Tenés que estar bien preparada para cuidarte vos y cuidar a los tuyos para darles lo mejor, como siempre lo hacés.
De igual modo, sabemos bien que los niños de la familia son los más vulnerables al calor y las radiaciones solares, y nada es más primordial que protegerlos y poner a su disposición todos los cuidados posibles.
Desde BAS queremos ayudarte a que vos y tu familia disfruten del verano de la forma más segura y divertida, y es por ello que hoy te presentamos estos 7 cuidados del sol para los más pequeños que deberías conocer.
1. Aplicarles crema de protección solar con factor alto
Comencemos por el más elemental de todos los cuidados contra el sol: usar un protector solar de factor 30 o superior.
Dicho eso, estas son las principales consideraciones en cuanto al uso de protector solar, y que son válidas tanto para los más chiquitos como para todo el resto de la familia:
Aplicá el protector solar al menos 30 minutos antes de salir al exterior, tanto si van a estar al sol directo como si no. Esto es muy importante, ya que las radiaciones solares no solo actúan por exposición directa, sino que también se reflejan en las superficies.
Como medida extra podés utilizar un protector solar especialmente diseñado para niños. En esencia, estos tienen más bloqueadores físicos que químicos en su composición, lo que resulta más saludable para las delicadas pieles infantiles.
En caso de que no consigas protectores solares de uso pediátrico específico podés buscar protectores solares con filtros físicos como el dióxido de titanio o el óxido de zinc, ya que son menos propensos a causar alergias.
Al untar el protector solar procurá cubrir la piel de forma uniforme, con una abundante cantidad de producto, especialmente en las zonas que están expuestas con mayor frecuencia (rostros, brazos y manos, cuello, pies y piernas).
Asegurate de volver a aplicar el protector solar o reforzar su uso con regularidad, especialmente después de nadar o sudar.
Es importante que los niños, especialmente los menores de seis meses, eviten la exposición directa al sol siempre que sea posible, ya que su piel es muy sensible.
No dejes pasar ninguna ocasión para educar a tus pequeños sobre los peligros del sol y cómo protegerse, enseñándoles a aplicarse ellos mismos el protector solar, para que puedan desarrollar hábitos saludables desde temprana edad.
2. Vestirlos con ropa protectora especializada contra los rayos UV
Como complemento ideal al protector solar existen también prendas de vestir con tejidos especiales contra los rayos UV, que ofrecen protección adicional contra las radiaciones solares, algo que nunca está de sobra para las delicadas pieles infantiles.
La ropa con protección UV es cómoda y fresca, además de estar confeccionada con tejidos de fácil lavado y muy resistentes al agua salada, el cloro de las piscinas, la arena y todo el desgaste propio de los juegos de verano.
En BAS sabemos bien que además de cuidar la seguridad y el bienestar de tus pequeños querés que vistan con prendas simples y cómodas, de diseños coloridos y divertidos, para que disfruten del verano con libertad y alegría.
Por eso te mostramos algunas de las opciones de vestimenta con protección UV que vas a poder encontrar en nuestros locales de todo el país y en nuestra tienda online:
Más allá de todas las ventajas que las prendas con protección UV para niños ofrecen, es importante no perder la costumbre de utilizar igualmente las cremas de protección solar. Ambos recursos combinados te aseguran la máxima seguridad para la salud de tus niños.
3. Protegeles cabeza y cuello con prendas adecuadas
Otra de las prendas infaltables para cuidarse del sol durante el verano son los gorros y sombreros, que no son solo accesorios bonitos con los que complementar el vestuario.
La protección de la cabeza y el cuello no solo es esencial para cuidarse de las quemaduras solares, sino que también es una buena forma de reducir el riesgo de deshidratación. Además, usando sombreros de ala ancha les proporcionás a tus hijos una pequeña “sombra portátil” para su rostro, lo que también ayuda a proteger la vista ante el deslumbramiento solar.
4. Respetá los horarios recomendados para exponerse al sol
Tanto dermatólogos como pediatras recomiendan insistentemente que los niños eviten las exposiciones innecesarias al sol entre las 10 de la mañana y las 5 de la tarde, puesto que en este horario es cuando los rayos UV son más dañinos. Asimismo, fuera de estos horarios de máximo riesgo se recomienda evitar exposiciones prolongadas al sol.
A su vez, es muy recomendable que consultes cada día los índices de radiación ultravioleta. Si son muy elevados es conveniente ampliar ese margen de horarios de riesgo al menos una hora, aún si sentís que no hace demasiado calor o ves que el día está nublado. La radiación UV no respeta temperaturas ni climas.
5. Contá con espacios de sombra para resguardo
Además de no exponer a tus hijos en los horarios inadecuados de forma innecesaria y de utilizar implementos de protección contra las radiaciones, es altamente recomendable que cuenten con espacios sombreados en los que resguardarse cuando estén al sol, tales como carpas, gazebos, sombrillas o las sombras de árboles frondosos.
Más allá de que estén al sol dentro de de los horarios “permitidos”, las radiaciones solares también son nocivas por acumulación, por lo cual es preciso cortar la exposición directa al sol con cierta periodicidad. Podés marcarle a tus niños pausas de hidratación (o cooling breaks, como se hace en algunos deportes), para que se queden unos minutos a la sombra, descansen, tomen agua, coman una fruta y puedas volver a aplicarles protector solar.
6. Asegurate de que se hidraten correctamente
Aunque ya lo mencionamos en puntos anteriores, nunca es suficiente insistencia a este respecto: hay que asegurarse de que los pequeños beban suficiente agua para mantenerse hidratados y coman frutas de estación con alto contenido de agua (como sandía, melón, durazno, ciruela, pelón o ananá).
La deshidratación no es solo tener sed, y eso también es fundamental que lo aprendan desde chicos. La falta de agua en el organismo puede desencadenar en problemas de salud de distinta gravedad, desde mareos y desmayos, hasta disfunciones renales o hepáticas, entre otras.
7. Nada mejor que dar un buen ejemplo y educar
Por último, más allá de que cumplas todos los consejos anteriores, no hay nada mejor para cuidar del sol a los más pequeños que predicar con el ejemplo, además de enseñarles las razones detrás de nuestras acciones y que aprendan las formas de cuidarse a sí mismos.
Por eso, es imprescindible que vos y los adultos de tu entorno también se cuiden del sol, usen protector solar, sombreros y prendas con filtro UV, no se expongan al sol en horarios impropios, se hidraten y alimenten adecuadamente, y les muestren a los niños que la salud es lo más importante, siempre.
Siguiendo estos consejos de 7 cuidados del sol para los más pequeños que deberías conocer vas a poder asegurarle a tus niños un verano lleno de diversión y alegría. Desde BAS te brindamos todo lo que está a nuestro alcance para ayudarte a lograrlo, como siempre.
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